Emigrar Duele

Emigrar duele porque dejamos atrás a nuestros seres queridos, nuestras raíces y todo lo que nos es familiar.
Duele adaptarse a un nuevo entorno, aprender un nuevo idioma y entender una nueva cultura. Cada día es un reto.
Emigrar duele, porque no siempre es fácil encontrar amigos y construir una nueva red de apoyo.
Duele porque, a veces, sentimos que perdemos una parte de nuestra identidad al tratar de integrarnos en un nuevo lugar.
Emigrar duele, pero también es una oportunidad para crecer, aprender y descubrir lo que eres capaz de lograr.
La experiencia de emigrar nos abre a nuevas oportunidades y aventuras que nunca hubiéramos imaginado.

y a tí, ¿Qué te dolió al emigrar?

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